Los deportistas deben cumplir varios requisitos como disciplina, entrenamiento riguroso, experiencia, buen nivel técnico, cuidar cada aspecto de su salud entre otros, para conseguir un nivel alto de juego y posiblemente convertirse en un deportista profesional o inclusive de élite.

Sin embargo, las emociones rigen un papel importante en la toma de decisiones, las cuales varían a lo largo del tiempo dependiendo de la situación en la que estas se producen, ya que pueden modificar la percepción de la persona mejorando o perjudicando su rendimiento, sin importar el tipo o modalidad de deporte ya sean estos profesionales o amateurs.
Las emociones aparecen en todo el curso de la actividad deportiva, se originan a menudo en la práctica de los ejercicios, en las competencias con una intensidad particular y también en los entrenamientos.
Así, una medalla de bronce puede provocar una alegría eufórica al empezar una carrera deportiva y puede considerarse un fracaso cuando la persona ya se ha convertido en una figura del deporte, dependiendo de múltiples factores, entre ellos la motivación de logro alta o baja de cada deportista.
Hay que tener en cuenta que, sin importar la actividad, cualquier deportista puede ser propenso a sufrir algún altercado psicológico, si se somete a presiones muy fuertes y a un descuido desmedido de su salud mental. Es por esto por lo que los niveles de inteligencia emocional tanto en el deporte individual, como el colectivo tienen unas características específicas que requieren control emocional.
Cuando la intensidad del entrenamiento supera el potencial del deportista, cuestión que en muchas ocasiones es un requerimiento del entrenamiento; al ser muy elevada la intensidad de las cargas, pueden aparecen emociones negativas como una respuesta al desequilibrio creado al organismo, por ejemplo; nerviosismo, miedo, estrés, inestabilidad emocional, disconformidad, etc., que al no ser tratados a tiempo pueden convertirse en depresión o Burnout, conduciendo a la pérdida del nivel de entrenamiento y por tanto influenciando al rendimiento deportivo.
La psicología deportiva tiene como uno de sus objetivos fundamentales la mejora del rendimiento deportivo mediante el control emocional. Ayudando a toda clase de deportistas a enfrentar y llevar las tensiones generadas por el estrés competitivo como lo son estados de ansiedad y otro tipo de situaciones emocionales (desconcentración, desmotivación, reacciones somáticas, etc.) que limitan sus posibilidades de éxito.
Por lo cual es de vital importancia el papel que desempeñan los psicólogos y técnicos al identificar, gestionar y manejar los diferentes estados emocionales y factores psicosociales a los que se enfrentan los deportistas, para aprovechar sus emociones y dirigirlas hacia diferentes finalidades, debido a que la emoción no sólo se controla, sino que se trabaja, con lo que se puede llegar a cambiar.
Sin embargo, al tratarse de procesos internos, la persona debe encontrar un sistema de códigos para poderlos comunicar. Igualmente, quien recibe el mensaje debe ser capaz de encontrar las llaves descodificadoras adecuadas, para así interpretar correctamente la emoción que se le trasmite, de lo contrario se puede caer en errores de interpretación importantes.
Logical Commander ha desarrollado diferentes soluciones a través de inteligencia artificial y aprendizaje automático entre ellas EmoRisk, una herramienta disruptiva e innovadora aplicada a diferentes sectores incluido el deportivo. Nuestro sistema es capaz de localizar, detectar, diagnosticar y monitorear diferentes emociones y estados en las personas, generando alertas con el fin mejorar el bienestar emocional y salud mental de los deportistas.
EmoRisk le permitirá ahorrar tiempo y verificar con mayor rapidez las variables que toma realizar una investigación, ampliar la capacidad de analizar los datos obtenidos y determinar resultados, permitiendo una mejor gestión de las emociones y trabajo mental.
Love to #Deportistas
Contáctenos: contact@logicalcommander.com
Comments